martes, 26 de marzo de 2013

DESARROLLO AFECTIVO E NTELIGENCIA EMOCIONAL

 

El desarrollo afectivo puede entenderse como el camino a través del cual las personas establecen unos afectos y una forma de vivir y entender los mismos. Es un proceso continuo y complejo, con múltiples influencias. Este proceso va a determinar el tipo de vínculos interpersonales que establezca la persona y va a marcar el estilo de relacionarse con los demás.
Desde que nacemos las personas mostramos un marcado interés y curiosidad por aquellos seres de nuestra especie que nos rodean. Los niños y niñas nacen con la necesidad de establecer vínculos afectivos, estos son fundamentales para la supervivencia.

niños y su familia Desarrollo afectivo
Los afectos son los sentimientos que tenemos hacia los demás (cariño, amor, amistad, compasión, pena, etc.). Estos son inherentes a las personas, es decir no podemos separarlos del individuo, todos convivimos con estos sentimientos. Por lo tanto podríamos decir que el desarrollo afectivo, es un proceso de evolución de unas cualidades innatas del ser humano (cualidades con las que nacemos). El desarrollo de estas cualidades es necesario y al mismo fundamental que se produzca de forma positiva, ya que las personas vivimos en sociedad, nos relacionamos con los demás constantemente y establecemos vínculos de diversa índole afectiva, incluyendo figuras de apego en nuestras vidas. La calidad de estas relaciones y vínculos va a venir determinada por el desarrollo afectivo que cada persona haya tenido.
 
FASES DEL DESARROLLO AFECTIVO
INFANTIL
0-3 años
  • Los bebés se sienten desvalidos en el mundo, es por ello que en un primer momento los afectos o relaciones con los demás están estrechamente ligados a la satisfacción de sus necesidades vitales (alimentación, cuidados, etc). aparece una reacción afectiva hacia aquellas personas que satisfacen sus necesidades.
  • Poco después comienzan a interactuar con estas personas (aunque aun no hayan alcanzado el lenguaje), buscan ahora el afecto de estas figuras no sólo cubrir sus necesidades.
  • Estas personas cercanas se convierten en las figuras de apego, las cuales van a ejercer una gran influencia en el desarrollo de los pequeños. Los niños y niñas imitan las conductas afectivas de estas figuras de apego, y sus sentimientos se verán influenciados en gran medida por la comunicación que tengan con sus figuras de apego.
  • Al producirse algún cambio, como el nacimiento de un nuevo hermano, aparecerán nuevos registros afectivos como los celos.
3-6 años
  • Las figuras de apego, determinan las reacciones afectivas de los pequeños. La aprobación o censura de estas reacciones va hacer que algunas reacciones se consoliden y otras se eliminen. Los niños y niñas buscan agradar a sus personas importantes y experimentaran una gran alegría cuando su conducta reciba aprobación por parte de éstos.
  • Se produce también un mimetismo con respecto a las figuras de apego, es decir los niños y niñas van a imitar las conductas y sentimientos afectivos de estas personas significativas.
  • Comienzan a comprender matices más complejos de la expresión afectiva tanto a nivel verbal como no verbal.
  • Aparece un nuevo tipo de afecto la amistad, comienzan a relacionarse con los iguales, con sentimientos de reciprocidad.
PRIMARIA
6 a 9 años
  • Las figuras de apego siguen siendo fundamentales pero van cobrando fuerza otras nuevas figuras. Los niños y niñas poco a poco comienzan a desprenderse de la protección materna.
  • Se amplía el mundo de los niños y niñas, se relacionan con más personas y aparecen más experiencias afectivas.
  • En esta etapa suavizan su expresión emocional, aprenden a auto controlarse, los afectos son menos intensos, pero más ricos y variados.
9 a 12 años
  • Los niños y niñas en esta etapa se vuelven más reservados en la expresión de los afectos.
  • Son capaces de comprender los sentimientos propios y de los otros, porque tienen una mayor variedad de experiencias afectivas que les permite entender estados que antes no entendían.
  • La amistad se transforma, ya no solo se basa en una relación de reciprocidad, le valoran en función a unas características internas reciprocidad, confianza y colaboración.
SECUNDARIA
12 años en adelante
  • En esta etapa todo se centra en los afectos, en lo que sienten. Este periodo se caracteriza por la convivencia de sentimientos contradictorios (aman y odian, necesitan soledad pero también compañía)
  • Aparece la mayor contradicción de todas, se hacen aún mas reservados en su expresión emocional y aparece un gran dilema la necesidad de afecto frente al miedo a ser visto como necesitado de afecto.
  • Tienen salida sentimientos hasta antes desconocidos como el amor.
  • La amistad se basa en la intimidad.
  • Las figuras de apego pierden fuerza y el grupo cobra un valor fundamental, como espacio de vivencia colectiva, de complicidad, alegrías, dudas, descubrimientos, etc.
PAUTAS
  • Muestra siempre tus afectos de forma verbal y no verbal. Procura usar a menudo los gestos de cariño (besos y abrazos), con ellos y con los demás.
  • Déjales autonomía para que establezcan nuevos vínculos afectivos.
  • Evita los chantajes afectivos. (no utilices expresiones como no te voy a querer si…)
  • Estate siempre pendiente de ellos, pero al mismo tiempo dales libertad. Es decir no les hagas crear estilos inseguros de relación, crecerán con desconfianza, y tampoco estilos ansiosos de relación.
INFANTIL
  • Aporta unos afectos positivos desde el comienzo, los niños y niñas iniciarán cada nueva relación esperando que se repitan los patrones de las anteriores relaciones. Si la relación es inconstante y ofrece poca seguridad los niños y niñas no confiaran a la hora de establecer vínculos afectivos.
  • Cuida tus conductas afectivas con ellos y con las demás personas de la familia, los pequeños mimetizarán lo que hagas
  • Presta atención a cómo te sientes cuando les vayas a hablar, ya que tu forma de comunicarte con ellos les va a afectar.
  • Ante cualquier cambio presta especial atención a como se lo toman los más pequeños.
PRIMARIA
  • Sepárate poco a poco de ellos, pero siempre atento. Déjales autonomía para que establezcan nuevos vínculos afectivos.
  • Sirve de ejemplo a la hora de mostrar tus afectos, de relacionarte con los demás, con otros miembros de la familia, amigos, vecinos, etc.
  • Acompaña al pequeño en su separación del núcleo familiar, sirve de guía en su nuevo entorno donde formara nuevos vínculos.
  • Habla con ellos, explícales tus afectos y los de los demás.
SECUNDARIA
  • Ten paciencia con ellos, se comprensivo ante sus contradicciones.
  • Ayúdale a identificar, entender, asumir y enfrentarse a los sentimientos.
  • Aunque las figuras de apego pierdan fuerza, recuerda que es un periodo en el que necesitan despegarse más, pero en el cual necesitan más que nunca sentir el afecto de los demás. No olvides darles tú afecto aunque parezca que no lo necesitan.
  • Habla con ellos con naturalidad sobre los nuevos sentimientos que aparecen, no les fuerces, puedes hablarles contándoles tus sentimientos.

sábado, 16 de marzo de 2013

BIBLIOTECA DIGITAL PARA NIÑOS.


Libros para niños y niñas !!





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La misión de la Fundación ICDL es entusiasmar e inspirar a los niños y niñas del mundo para que se conviertan en miembros de la comunidad global.

Niños y niñas que comprendan el valor de la tolerancia y el respeto de la diversidad cultural , los idiomas y las ideas, logrando todo esto al poner a  disposición de ellas, la mejor literarura infantil y juvenil.


lunes, 11 de marzo de 2013

LOS DEBERES ESCOLARES

Los niños rinden más en el colegio cuando sus padres se interesan de forma activa por sus deberes y tareas escolares, así les demuestran a sus hijos que lo que hacen es importante.
Por descontado, ayudar a su hijo con los deberes y tareas escolares no debería implicar tenerse que pasar largas horas encorvado sobre su escritorio. Los padres pueden apoyar a sus hijos demostrándoles sus habilidades de organización y de estudio, explicándoles un problema complicado o animándoles a que se tomen un descanso cuando lleven cierto tiempo trabajando en las tareas escolares. Y, ¿quién sabe? ¡Es posible que los padres aprendan alguna que otra cosa en el proceso!
He aquí algunos consejos para guiarle en este camino:
  1. Conozca a los profesores de su hijo y cuáles son sus objetivos. Asista a las reuniones escolares, como las de padres y profesores, para conocer mejor a los profesores de su hijo. Pregúntales acerca de lo que esperan de los deberes y sobre cómo debería implicarse usted.
  2. Establezca un área adecuada para hacer los deberes. Asegúrese de que el niño dispone de un lugar bien iluminado para hacer los deberes y de que tiene a mano el material escolar necesario (papel, lápices, pega, tijeras ...).
  3. Establezca un horario regular para estudiar y hacer los deberes. Algunos niños trabajan mejor por la tarde, después de merendar y de un período de juego, mientras que otros prefieren esperar a después de la cena.
  4. Ayúdele a diseñar un plan de trabajo. En los días en que tenga un volumen importante de deberes o cuando tenga que iniciar una tarea escolar especialmente complicada o pesada, anime a su hijo a dividirla en partes más manejables. En caso necesario, ayúdele a elaborar un horario de trabajo para ese día o período y, a ser posible, pídale que se tome 15 minutos de descanso después de cada hora de trabajo.
  5. Reduzca al mínimo las distracciones. Esto engloba la televisión, la música alta y las llamadas de teléfono. (De todos modos, en algunas ocasiones una llamada de teléfono a un compañero de clase sobre una tarea escolar en concreto puede ser de gran ayuda.)
  6. Asegúrese de que su hijo hace su propio trabajo. No aprenderá nada si no piensa por sí mismo y comete sus propios errores. Los padres pueden hacer sugerencias y dar indicaciones para orientar a sus hijos. Pero el aprendizaje debe estar en manos de los niños.
  7. Motive y supervise a su hijo. Pregunte a su hijo sobre las tareas escolares, los controles y los exámenes. Apóyelo, revise que ha completado los deberes y trasmítale el mensaje de que puede acudir a usted cuando tenga preguntas o haya algo que le preocupe.
  8. Dele un buen ejemplo. ¿Le ve su hijo organizándose bien el tiempo o leyendo libros? Los niños son más proclives a seguir el ejemplo de sus padres que sus consejos.
  9. Elogie su trabajo y su esfuerzo. Cuelgue en la nevera un examen o trabajo artístico donde sacó un sobresaliente. Comente sus logros académicos a sus parientes.
  10. Si su hijo tiene constantemente problemas con los deberes escolares, pida ayuda. Hable al respecto con su profesor. Hay niños que tienen problemas para ver bien la pizarra y necesitan llevar gafas; otros pueden necesitar que los evalúen por tener problemas de aprendizaje y/o un trastorno por déficit de atención